En el corazón de las montañas pirenaicas, abarcando las más altas cimas, pero también las sierras más accesibles, se encuentra el Geoparque de Sobrarbe-Pirineos. Un territorio diverso enclavado en un paisaje espectacular donde el patrimonio natural y el cultural llevan milenios conviviendo. Todos los sellos de la UNESCO se dan cita en él pues además de Geoparque, Sobrarbe cuenta con tres Patrimonios Mundiales, dos Inmateriales y una Reserva de la Biosfera.
En las rocas de nuestras montañas está escrita la historia del Pirineo, 500 millones de años plagados de acontecimientos asombrosos. Antiguas cordilleras, áridos desiertos, mares profundos, deltas tropicales… todos los secretos sobre el origen de las montañas se pueden leer en Sobrarbe. Increíbles pliegues, los últimos glaciares españoles, cuevas infinitas, cañones y barrancos, o el último gran río virgen del Pirineo son algunos de los atractivos que esperan al visitante en medio de un paisaje de reconocido prestigio. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se haya íntegramente en el Geoparque, como también parte de los parques naturales de Posets-Maladeta y de la Sierra y Cañones de Guara.
Hay muchas formas de acceder a estos paisajes de montaña. Sobrarbe cuenta con más de mil kilómetros de senderos balizados. A través de ellos discurren 30 geo rutas que explican cada detalle del paisaje, 13 itinerarios interpretados para btt, uno en coche, un circuito geominero y una via ferrata con interpretación geológica son algunas de las opciones disponibles para no sólo disfrutar de la estética del paisaje sino también para entenderlo. Las rutas son para todos los públicos, para todos los niveles.
El legado cultural de Sobrarbe no es menos valioso. Lo mejor de la cultura pirenaica se encuentra entre nuestros valles. Pueblos con encanto que muestran ejemplos de arquitectura popular, monumentos megalíticos, pinturas rupestres, un sinfín de iglesias románicas, castillos medievales en emplazamientos de vértigo, fiestas populares, dances, romerías, carnavales ancestrales o el famoso descenso de nabatas (almadías) por el río Cinca el tercer domingo de mayo, festivales musicales son algunos de los argumentos que atraen a miles de turistas y que muestran el grado de integración del hombre en el paisaje.
La gastronomía y el vino son también una parte importante de la personalidad de Sobrarbe. Cocina tradicional de montaña que convive con tendencias más modernas en pequeños restaurantes repartidos por todo el Geoparque. La importancia de los productos locales, ecológicos y de kilómetro cero, es parte del interés tanto de los restauradores como del Geoparque y la administración local que apoya a los productores.
Un centenar de empresas locales colaboran con el Geoparque. Alojamientos, restaurantes, empresas de turismo activo, artesanos o productores de alimentos comparten la filosofía de los Geoparques Mundiales de la UNESCO y ofrecen servicios de calidad.
En resumen, el Geoparque de Sobrarbe-Pirineos es el lugar para disfrutar en todos los sentidos de las montañas en un medio natural y humano de primer orden.
