La singularidad geológica de importancia internacional del territorio UGGp “Volcanes de Calatrava, Ciudad Real” coincide con la posibilidad de definir en él un hilo conductor -una sucesión especial, espacial, y temporal de eventos- de, a su vez, varias singularidades geológicas también de relevancia internacional: a) el reservorio minero mundial (Global Heritage Site) de cinabrio más prolífico, generado a favor de la “Cuarcita de Criadero” (Ordovícico-Silúrico) en la comarca de Almadén, y explotado por el hombre desde hace milenios: “MERCURIO”; b) la cuenca minera carbonífera de Puertollano, con evidencias (Estefaniense) paleontológicas botánicas y faunísticas principales excelentemente conservadas: “CARBÓN”; y c) el volcanismo neógeno-cuaternario intraplaca ultrapotásico (con extrusiones de las poco habituales leucititas olivínicas) y alcalino-ultraalcalino (con predominio de episodios hidromagmáticos y freatomagmáticos generadores de maares espectaculares, y de edificios estrombolianos imponentes), asociado con la existencia del yacimiento paleontológico plioceno de vertebrados de “Las Higueruelas” (Global Geosite), clave en la comprensión de la evolución de especies actuales como mastodontes o équidos: “MAGMA”.
En efecto, la geología del territorio “Volcanes de Calatrava” se articula mediante un único argumento geológico: el longevo e intermitente volcanismo calatravo y la particularidad geológica que este proceso geológico ígneo ha aportado -a lo largo de centenares de millones de años (~420 Ma)- para colaborar a destacar a un territorio geológicamente singular a nivel mundial.
Así, procesos volcánicos silúricos impregnaron y enriquecieron a la Cuarcita de Criadero, en la comarca de Almadén, para definir al reservorio de mercurio más singular y prolífico e histórico del planeta.
Posteriormente, durante el Carbonífero, en la comarca de Puertollano, los procesos volcánicos dieron lugar a intercalaciones de depósitos volcanosedimentarios entre el reservorio minero de capas de carbón, protegiendo series estratigráficas de enorme interés geológico y, por supuesto, posibilitando la existencia de la denominada como “Pompeya Paleobotánica” de Puertollano.
Finalmente, durante los tiempos neógenos cuaternarios, los procesos volcánicos vuelven a favorecer al territorio de Volcanes de Calatrava, caracterizándolo con un volcanismo intraplaca singular alcalino, ultraalcalino, e, incluso, ultrapotásico, vinculado con el modo de resolución del orógeno alpino en el interior de la Península Ibérica.
Por último, el cuarto pilar de nuestro UGGp es “MARTE”. “Marte” se refiere a un proyecto de enorme interés divulgativo, científico, medioambiental, y geoturístico para el territorio del Geoparque: centrado museísticamente en la localidad de Almagro y con ramificaciones en nuestras “georrutas de Marte”. Ninguna zona de nuestro planeta es realmente como el planeta Marte, ni siquiera como lo fue en el pasado. Sin embargo, en el planeta Tierra, sí es posible seleccionar determinadas áreas que, por su singularidad e importancia geológica, pueden servir de modelos como laboratorios naturales para exploración e investigación planetarias. A estas “áreas singulares” se las denomina como “análogos terrestres”: piezas fundamentales para la exploración e investigación de Marte, de la Luna, y de, básicamente, todo nuestro entorno planetario más cercano. En este contexto, el territorio del Geoparque es un “análogo terrestre” único a nivel mundial: el “análogo de Volcanes de Calatrava, Ciudad Real” por la relevancia de la interacción volcanismo-agua: fases mineralógicas, hidrotermalismo, caracterización de paleoambientes, condiciones de habitabilidad, etc.
Asociados a estas singularidades geológicas internacionales se han de definir interrelaciones bióticas muy valiosas vinculadas, por ejemplo, con la actividad biológica natural de la flora y de la fauna en los entornos endorreicos que, actualmente, propician los edificios de tipo maar, así como interrelaciones con la actividad humana (actividad socioeconómica y patrimonio histórico-cultural tangible e intangible), ocurridas a lo largo de los últimos miles de años. El enorme potencial geoturístico de este territorio de “Volcanes de Calatrava” emana directamente de aquel “hilo conductor” de singularidades geológicas internacionales: aquellas interrelaciones bióticas han de considerarse, por lo tanto, como un valor añadido definitivo de este proyecto de geoparque.
Esta flora y esta fauna ha quedado condicionada, por ejemplo, durante los tiempos cenozoicos y con respecto a la hidrogeología y la hidrología superficial, por la génesis de zonas endorreicas (maares o, simplemente, entornos deprimidos por razones tectónicas), por la génesis de encajamientos fluviales intensos en medios rocosos paleozoicos (“hoces”), por la génesis de terrazas fluviales asociadas a los cursos fluviales principales (ríos “Guadiana”, “Jabalón”, “Montoro”, “Valdeazogues”, etc.), por la génesis de manantiales e, incluso, por la génesis de “hervideros” asociados con reminiscencias del proceso ígneo último, etc.
El patrimonio geológico, natural y paisajístico, el cultural material e inmaterial -construcciones, tradiciones, gastronomía, etc.- está íntimamente ligado a la geología en este lugar. Intenciones claras bajo el paraguas del Geoparque Cabo Ortegal de un desenvolvimiento sostenible territorialmente, tomando el patrimonio geológico como punto de partida.